Por Camila Súnico y Vilmar Sanguinetti. Para escapar de la pobreza, la comunidad senegalesa se extiende cada vez con mayor fuerza en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente y según registros no oficiales, se calcula que en el AMBA residen unas cinco mil personas de esa nacionalidad, principalmente hombres jóvenes de religión musulmana.
Sin hablar español con fluidez, los senegaleses suelen tener como medio de vida la venta ambulante y es común verlos en zonas muy transitadas vendiendo diversos productos como carteras o relojes. Las zonas en donde se encuentran principalmente son: Once y Avellaneda. Pero el trabajo diario que desarrollan nunca es fácil porque no comprenden el idioma, y también porque sufren los constantes desalojos agresivos de parte de la Policía de la Ciudad.
Con una población de 13 millones de habitantes, Senegal es una democracia ubicada en el Este de África. Actualmente el desempleo ronda el 25%, la pobreza alcanza al 56% de la población y viven casi 50.000 niños en la calle. El 90% de su población practica el islam y su sociedad conserva una importante estructura de organización tribal. La esperanza de vida ronda en los 67 años.
¿Por qué el destino principal de la migración senegalesa es Argentina?
La socióloga Gisele Kleidermache, en su artículo “De la ilusión al desencanto. Senegaleses en Buenos Aires y la construcción de representaciones respecto a su migración”, hace referencia a que ven “un país formado por blancos, que ofrecería aquello que el propio país no brinda: la posibilidad de trabajar y ganar dinero, pero sin las dificultades que presenta una Europa calificada como racista”.
Argentina es el país con mayor número de senegaleses de sudamérica. En los años 90 llegaron los primeros debido al uno a uno (paridad con el dólar) que facilitaba el ingreso. En 2010, el INDEC en un informe mostró que ya había entre 2.000 y 10.000 habitantes de esa nacionalidad.
Tal como ya se señaló, las barreras idiomáticas son factores de complicación en la vida de los senegaleses en Buenos Aires. El idioma de origen que ellos hablan es francés y wólof. Ante esa realidad, la comunicación se vuelve complicada entre los senegaleses y los argentinos.
En segundo lugar, Senegal no posee embajada en Argentina. Esto provoca que la posibilidad de conseguir los papeles para obtener la residencia permanente resulte dificultoso para los migrantes. Algo que a su vez complica al país debido a que no se pueden hacer censos con números reales. En 2013, la Dirección Nacional de Migraciones aprobó un dictamen para facilitar la regularización senegaleses que residieran en Argentina. Pero esta iniciativa no logró su cometido debido a la falta de información y el miedo que le provocó la medida a los mismos senegaleses por el miedo a ser deportados para Senegal.
La discriminación racial por su color de piel y por su lugar de origen, es otro de los dramas que sufren los senegaleses en el país.
Por último, el principal iconveniente que sufren últimamente los manteros senegaleses, son los constantes desalojos y la represión de parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Dos casos se hicieron especialmente conocidos en los últimos meses: el día 8 de junio de este año, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mandó a desalojar a los manteros de las calles de Once. Esto provocó un gran enfrentamiento que dejó a 20 vendedores ambulantes senegaleses arrestados y hubo además varios heridos.
Otro de los casos conocidos fue el reciente del día 18 de septiembre en el que el referente de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, fue detenido al protestar contra un operativo policial para incautar la mercadería de los manteros senegaleses.
"Son personas que eligen trabajar, no eligen robar ni meterse en las drogas. Al que no le gusta que haya gente vendiendo en la calle se lo tiene que bancar. Hay varias medidas que se pueden tomar, como tener empatía con los que vienen de afuera. Se debería regular la actividad sin perjudicar a nadie ", advirtió el referente Juan Grabois.
Según señalan en la mencionada agrupación, etos casos de violencia, represión, desalojos y detenciones se repiten todos los días en las calles de la Ciudad de Buenos Aires. A los senegaleses no se le presta una atención agradable, y debido a que no comprenden el motivo por el cual está siendo detenido, la única solución que encuentran es su defensa.
El 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados, Amnistía Internacional, el CELS y organismos migrantes y de DDHH manifestaron su preocupación por los actos violentos de la policía de la Ciudad contra vendedores ambulantes africanos. En el informe expresaron que “la comunidad senegalesa viene denunciando un gravísimo incremento de diferentes formas de persecución y violencia por parte de la policía desde 2016 en la Ciudad de Buenos Aires”.
El caso de Kane Serigne Dame, fue uno de los más conocidos. Él fue abordado por policías, de manera violenta en la vía pública en Capital Federal, y terminó con una profunda herida en su brazo derecho e imputado en dos causas judiciales.