Por Laura Calle Rodriguez. Si hoy con un simple click se puede realizar una compra de supermercado o solicitar comida a domicilio, no parece extraño que también se pueda intentar encontrar un “amor a la carta”, desde diversas apps.
¿Es posible elegir a la pareja ideal a través de un click? ¿Se pueden reducir los sentimientos y sólo depender de una buena red de internet para pasar la mejor de las noches?
“Tenés que producirte más. Si vas al mismo boliche, no podés ponerte la remera de la semana pasada; uno nunca sabe”. Así opinaban los amigos y algunos familiares hace pocos años atrás cuando se acercaba la hora de salir. Uno nunca sabe... En esa oración estaba resumido todo lo imaginable y más.
Los años y los avances de la tecnología se llevaron las cartas con perfume; los amores de verano que volaban en mágicas postales; las historias más románticas y cursis que formaron parte de la vida de muchos, pero entre tantas cosas, arrasaron con el amor a través de la mirada, sin la fría pantalla como escudo.
En la actualidad existen numerosas aplicaciones para conocer “amigos”. Si bien se advierte de la peligrosidad de entablar vínculos con personas a través de las redes, lo cierto es que se debe admitir que en un boliche uno tampoco llega a conocer en detalle a alguien. Hoy, es la forma más común para iniciar una relación ya sea heterosexual u homosexual.
“La falta de tiempo y la desinhibición que provoca el anonimato hacen que la gente se vuelque a estas aplicaciones. Para los jóvenes es una ayuda por la falta de tiempo entre estudio y trabajo y para los mayores, porque no encuentran otra vía para conocer personas fuera de su entorno”, afirma el sexólogo Martín Chain.
¿Cómo se puede dialogar largas horas por días o incluso semanas sin antes verse en persona? Algunos rescatan que por suerte ahora se habla a través de las videollamadas pero que hasta hace no mucho, lo más llamativo era que la gente aparentemente no resultaba ser la misma que se mostraba en las fotos. Esto no es tan disparatado, si se tiene en cuenta que una fotografía representa un momento irrepetible, un gesto que, si bien se puede imitar, jamás se podrá copiar con exactitud. Además, y sin mencionar herramientas como el Photoshop y otros filtros, siempre se trata de buscar las fotografías en las que uno se siente más seguro. Pero esa confianza no se puede transmitir a una cita en vivo. Que la persona tiene como 15 kilos más de como se muestra en la imagen de perfil; que en la foto era mucho más joven; que como siempre estaba solo, no se dio cuenta de que medía menos de 1.60, son algunos de los comentarios más comunes de quienes, a pesar de todo, continúan intentando encontrar el amor a través de las redes.
Un estudio realizado por la Universidad Stanford, de Estados Unidos reveló que las relaciones formadas mediante estas aplicaciones son más duraderas que las tradicionales. Será que uno tiene la posibilidad de ponerle una cruz a todo aquel que no coincide con los mismos gustos, pasiones o ideologías? Entonces, cuando las fotos son aceptables, la zona donde vive es relativamente cerca y comparten los mismos intereses, qué podría salir mal? Todo eso en conjunto es casi un strike.
Lamentablemente para ellos, la vida real es a veces más complicada que un juego de bolos. Justamente uno busca lo más cercano en cuanto a afinidades pero se olvida probablemente que una relación se basa también en las diferencias; en ese equilibrio.
El amor que provoca vergüenza
Las aplicaciones para encontrar al “amor de tu vida” se multiplican. “La gente las usa mucho y en la actualidad son una de las formas más eficaces para, aunque sea, salir un sábado a tomar algo y charlar con alguien que, unos días antes, se desconocía su existencia. Hay que tener en cuenta que algunas personas no tienen otra posibilidad”, señala Chain.
Sin embargo, si algunas personas no tienen otra posibilidad, años atrás estaban condenados a pasar la vida solos. Y por otra parte, llama poderosamente la atención que si bien dicen que la mayoría las utiliza, se tiende a negar ser parte de esas aplicaciones. La gente mayor, sobre todo, se niega a admitir que conoció a alguna persona a través de ellas.
Tinder, Badoo, Match, Zona Citas, Encuentro Rápido, Meetic, Happn, Grindr, Muapp, Desire... La lista es interminable. Parece que el que está solo es porque quiere; el amor está al alcance de un click, de un corazón, de una like o como sea el formato de cada aplicación. Si la soledad es parte del pasado y es tan fácil como descargarse una aplicación, qué pasa que la gente sigue sola? Eligen a la persona que cumple con todos los requisitos pero igual siguen solos.
Uno puede pedir helado de frutilla a la crema y sabe qué esperar pero... no todas las frutillas a la crema de las diferentes heladerías tienen el mismo sabor. También, y por recomendación, se puede coincidir con buenos deliverys de comida rápida e incluso algunas más elaboradas o gourmet pero cuando lo que se elige tiene que ver con los sentimientos, no es todo tan lineal. El amor a la carta puede servir para comenzar un diálogo, pero una relación, aunque se coincida en cosas básicas, afortunadamente, necesita la suma de otros componentes.