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Buenos Aires y la radiografía de un complejo sistema de tránsito

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Por Carlos A. Ialorenzi y Gastón Golia. Buenos Aires, es una de las ciudades más importantes del mundo. Con sus 203 Km2 y una población cercana a los 3.000.000 de habitantes, recibe a diario a varios cientos de miles de personas que provienen del gran Buenos Aires y del resto de la provincia, como así también de otros lugares del país.

Según datos suministrados por la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) a principios de 2017, circulaban en el país más de 12.500.000 de vehículos y casi la mitad lo hacían entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 Se calcula que entre los vehículos radicados en el distrito y los que provienen de la provincia,  circulan diariamente por ella cerca de dos millones de unidades, dentro de esta cifra están incluidas también 135 líneas de colectivos. Todo este panorama convierte por momentos a sus calles, avenidas y autopistas en un colosal hervidero.

Para poner orden en la circulación del tránsito, el Estado dicta normas que deberán  ser respetadas sobre todo por los que conducen un vehículo. A nivel nacional existe la ley N°24.449 que regula el uso de la vía pública y del transporte en general excepto el ferrocarril. Con la reforma constitucional de 1994 y el establecimiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, este distrito estableció su código de tránsito propio (ley 2.148) y su código de faltas por intermedio de la ley N°451. 

Como norma general, una ley para que sea considerada como tal, debe cumplir con el requisito de la publicación en el Boletín Oficial, y obviamente el gobierno de la ciudad  cumple con ello. En la práctica sabemos que los boletines oficiales son leídos por un porcentaje muy ínfimo de la población. En la actualidad, la ciudad cuenta con un sitio web y las leyes también se pueden conocer gracias a que están subidas a Internet.

Pese a toda esta información, la mayoría de los conductores de vehículos que transitan por la ciudad, no conocen muchas de las normas de tránsito y otros no se preocupan por saberlas.

Multas de tránsito

La Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI) del Gobierno de la CABA, es el organismo en donde se resuelven las actas de Infracciones de tránsito que se labran dentro del territorio de la Ciudad. Su sede central está en la calle Hipólito Yrigoyen 2346 en donde se encuentran más de 60 Controladores de Faltas, que son los que reemplazaron hace años a los Jueces de Faltas, y por lo tanto son los que resuelven si aplican o no la sanción sobre la conducta de los conductores de automóviles y motocicletas.

Además este organismo cuenta con otros Controladores de faltas que atienden en los Centros de Gestión y Participación Comunal que están distribuidos en 12 sedes y últimamente se incorporaron otros que atienden vía chat.

“El Controlador de Faltas no es la única instancia a la que puede recurrir el ciudadano”, nos explica un Controlador. “Este es un organismo administrativo del gobierno de la ciudad. La persona si no está conforme con lo resuelto acá tiene cinco días de plazo para pedir el pase a la justicia.”

¿Cuáles son las infracciones más comunes que se labran?
Las más comunes son, mal estacionamiento y exceso de velocidad.

¿Cuál es el justificativo que da el ciudadano?
Por lo general la gente se justifica que no sabía que no se podía estacionar allí o que se pasó por un poquito. Otros discuten la normativa vigente y te dicen en la autopista no podés ir a 80 o a 100 Km/h (es la velocidad máxima permitida en las autopistas de CABA) te quieren pasar por arriba.

¿Las cámaras instaladas surtieron algún efecto?
Sí. Tenemos información que vienen disminuyendo los accidentes. También a veces hay un efecto no deseado que es que los conductores que están parados en un semáforo y sienten que detrás de ellos viene pidiendo paso una ambulancia, no se mueven por temor a que la cámara dispare la fotomulta.

En la oficina de atención al público de este organismo se asesora a los ciudadanos y allí estos deciden si efectúan el pago voluntario o si solicitan efectuar un descargo ante el Controlador de Faltas. 

Juan Carlos Rodríguez, vive en la Ciudad de La Plata y tuvo que presentarse en la DGAI debido a que hace unos años vendió un vehículo y la persona que se lo compró nunca hizo la transferencia. Actualmente tiene ocho infracciones que están afectando a su DNI y por eso no puede renovar el registro de conducir.”Se lo vendí hace tres años a un conocido y confié que iba a hacer la transferencia. Lo llamé varias veces pero me dice que ahora no puede, que no tiene plata para hacerla”. Rodríguez además concluye: “Para poder renovar mi registro no me tienen que figurar infracciones en ningún distrito del país, así que voy a ver cuánto me sale este chiste. No creo que pueda recuperar el dinero pero nunca más vendo un auto sin hacer la transferencia en el momento”.   
   
La vida es lo primero

Es función del Estado proteger la vida de sus ciudadanos y para ello es importante cumplir con educar a sus habitantes en el respeto a las normas de tránsito y en transmitirlas eficientemente. 

En este sentido, si bien se ha mejorado algo, el gobierno de la ciudad debería realizar constantemente campañas sobre educación vial, ya sea en las escuelas, en la vía pública o por intermedio de los medios masivos de comunicación.

Según lo informado por la ONG “Luchemos por la vida”, durante 2017 murieron 98 personas por accidentes de tránsito en la ciudad. Si bien esta cifra viene descendiendo  desde 2013 (ese año murieron 137 personas), todavía se puede hacer mucho más para evitar las muertes por esta causa.

Acorde a datos del Gobierno de la CABA, durante 2016 se confeccionaron 4.811.250 actas de infracciones, de las cuales 2.202.153 fueron por exceso de velocidad, 132.605 por violación de luz roja,  24.293 por circular sin utilizar casco y 150.367 por conducir utilizando celular o auriculares, por mencionar  las más graves.

Un abogado que hace años asesora a víctimas de accidentes de tránsito, cree que el Gobierno de la Ciudad debería efectuar mejoras para evitar nuevos accidentes: “ Es fundamental mejorar la señalización del sentido de circulación de las calles en todas las esquinas, colocar más carteles con la velocidad máxima permitida para las calles, avenidas y autopistas, informar sobre la prioridad de paso en las esquinas, eliminar los pasos a nivel, y sobre todo aumentar los controles de alcoholemia y de consumo de drogas”. La ley no dice que sea impedimento para conducir el consumo de drogas, solo si disminuye la aptitud para conducir.   

“También  creo que se deberían realizar encuestas para constatar el nivel de información que tienen los ciudadanos sobre las normativas del tránsito y la seguridad vial, y ser más severos con los conductores que sean reincidentes en cometer faltas graves. En estos casos se debería retirar la licencia por un tiempo considerable o de por vida”, propone el letrado.

“Más allá de que la sociedad debe hacer una autocrítica en cuanto a su comportamiento diario en el tránsito, el Estado tiene la responsabilidad máxima y debe educar y comunicar eficazmente las normas vigentes y sancionar ejemplarmente a los irresponsables al volante”.